El aceite de palma Elaeis guineensis, el más consumido a nivel mundial, se obtiene del mesocarpo del fruto de la palma de aceite.
El ácido oleico, ácido graso monoinsaturado, es reconocido como cardiosaludable por su efecto reductor del colesterol plasmático, por aumentar la fracción HDL (fracción “protectora”) y por su estabilidad oxidativa.
Dentro de los fitonutrientes se puede resaltar que el aceite de palma alto oleico aporta campesterol, estigmasterol y b-sitosterol, todos ellos vinculados a un papel hipocolesterolemiante produciendo disminución del popularmente llamado colesterol malo (lipoproteínas de baja densidad, LDLc), sin disminuir el “colesterol bueno” o HDLc.
El aceite de palma aporta mayor cantidad de vitaminas A (carotenos) y E (tocoferol y tocotrienoles) que muchos de los otros aceites comerciales.
El aceite de palma en su estado natural se identifica por su color rojo característico, una cualidad dada por su alto contenido de carotenos, un tipo de pigmento vegetal que no puede ser sintetizado por los animales. El aceite de palma contiene 15 veces más carotenoides que las zanahorias (100 gramos de aceite contienen entre 50 y 70 mg de carotenos), estos actúan como provitamina A, es decir, tras ser consumidos son convertidos en el cuerpo en vitamina A, indispensable en todas las edades gracias a sus efectos positivos sobre la salud visual, el sistema inmune y la piel.
El aceite de palma es una de las principales fuentes de tocotrienoles en la naturaleza, estos son un tipo de vitamina E, caracterizados por su alto poder antioxidantes, por ser antinflamatorios, cardioprotectores y neuroprotectores.
Es un aceite naturalmente libre de grasas trans, siendo la opción de elección para sustituir el uso de aceites parcialmente hidrogenados en la industria, principal fuente de ácidos grasos trans, reconocidos mundialmente por sus efectos negativos sobre la salud del consumidor.
Además de ser un alimento esencial que provee energía y que usado de manera adecuada y balanceada es esencial en la buena nutrición.
Gracias a sus múltiples características el aceite de palma es un ingrediente versátil para ser utilizado tanto en la industria como en el hogar, en productos alimenticios.
El aceite de palma es un aceite ideal para freír, ya que es estable a altas temperaturas y no forma grasas trans al ser calentado a altas temperaturas.
Fuente: Artículo web. La palma es vida.